Arte abstracto pero que muy abstracto
Hoy por la tarde, después de un fin de semana de maratón psicodélico-laboral para una agencia publicitaria, vagando por la ciudad sin rumbo más que las ganas de desconectar, he vivido un momento surrealista como muchos otros que parecen jalonar mi existencia. Se abren las puertas automáticas de cristal y antes de poder si quiera apreciar el ambiente interior del hall de la exposición, un vigilante sudamericano y educado me apremia para que deje mi casco en las taquillas del piso de abajo. Bajo y vuelvo a subir con energía renovada. Cojo un tríptico informativo, bien impreso, buena calidad de papel. Zhao Wenliang, Zhu Jinshi, Wang Luyan, Gu Wenda, Yu Youhan, Ren Jian, Zhang Jianjun,Yang Zhilin, Huang Yali, Shang Yang, Li Huasheng, Zhang Yu, Wang Tiande, Liang Quan, Zhou Yangming, Ding Yi, Meng Luding, Zhu Xiaohe, Lei Hong, Tan Ping y el chino cudeiro... todos supuestamente artistas chinos reconocidos mundialmente durante décadas pacían entre sus obras en un espacio de cromía eminentemente blanca y negra llena de contrastes y poesía. Perdonándome mi falta de cultura a cada momento, he paseado entre todas las salas con paciencia hasta que he llegado a un cuadro que ha despertado mi interés. Una caligrafía roja en uno de los laterales superior izquierdo y una gran mancha de pintura al óleo sobre tela de lino… No sé si ha sido por mi vago conocimiento del idioma japonés o es que mucha de la obra expuesta en esa sala me recordaba vagamente una época pictórica que desarrollé durante varios años pero la cuestión es que la imagen del cuadro se me ha quedado grabada a sangre y fuego en mi lóbulo frontal, o donde sea que se graban estas cosas. Inmediatamente he cruzado otra vez medio museo hasta dar con esa sala destinada a tener libros encadenados para aquellos que quieren profundizar un poco más sobre la temática de la exposición. Cuando he llegado, otro guarda sudamericano y aburrido ordenaba metódicamente los libros sobre una gran mesa blanca. He buscado el libro del monográfico sobre la exposición. He machacado las páginas una a una hasta encontrar el preciado tesoro, la fotografía del cuadro de la caligrafía roja y… y no os podéis imaginar qué es lo que he encontrado… Miles de millones de las antiguas pesetas fueron gastadas para remodelar y habilitar como museo una antigua fábrica modernista previamente rehabilitada en caserna de la Guardia Civil, supongo que miles de euros de los de hoy para realizar una exposición tan colosal, transportes, seguros, royalties, catálogo, comisarios, expertos, críticos, difusión, guías especializados/as, periodistas, entendidos y otros mercachifles de espectadores como yo no se dieron cuenta, señoras y señores, de que uno de los cuadros del deslumbrante arte chino contemporáneo de la escuela Li Yu, o como se llame, estaba EXPUESTO AL REVÉS!!!! Una carcajada a taladrado al guarda de seguridad que me ha mirado como si fuera un tarado mental (no muy lejos de la realidad según algunos allegados míos…). Inmediatamente después he bajado a por mi casco. De camino a mi motocicleta me he parado ante el mostrador repleto de azafatas de uniforme del hall de la entrada. - Perdonen que les moleste pero me gustaría advertirles que tienen expuesto un cuadro al revés en su exposición de Liu Yi, o como se llame, en el piso de arriba… - ¿Perdone, cómo dice? - Que uno de los cuadros de la expo sobre Lio Ya está al revés… -Ya estamos informados de esa incidencia y lo estamos comprobando… -Usted no cree que esa es la intención del cuadro? – responde otra azafata desde el lado opuesto desde donde estábamos. - Quiero decir, ¡¿está seguro de que esa no era la intención original del autor y por eso está al revés?! – aclara la azafata con voz firme. - Será eso… - he respondido y mientras me iba descojonándome de la risa por dentro. Después de eso y cuando ya estaba con los guantes puestos encima del ciclomotor he llegado a varias conclusiones o preguntas o cuestiones y preguntas o a lo que sea que uno llega en momentos como ese después de momentos como esos… ¿Quien estaba más perdido Lie Yi, o como se llame, cuando hizo el cuadro, el comisario/a borracho que diseñó la exposición, el fotógrafo miope que sacó las fotos para el catálgo, yo mirando el cuadro o las azafatas perplejas del mostrador del hall de la entrada del museo? ¿Realmente hay obras que merecen estar en un museo, o sería más interesante exponer a las azafatas directamente?¿Alguien, dadas las circunstancias notaría la diferencia? ¿Qué coño hago yo, y miles como yo, esforzándonos todos los días para sacar algo en claro sobre nuestras vida a través del artisteo, para que un museo de presupuesto multimillonario la joda un poquito más añadiendo un poquito más de confusión al respecto? Creo que el arte contemporáneo chino está teniendo éxito últimamente porque nosotros ya no nos creemos nada del nuestro o no importa un carajo lo que se cuelga en las paredes de los museos, total nadie nota la diferencia!!! Para mi, y al parecer muchísimos otros como yo, entendemos el arte contemporáneo “CHINO” en el sentido literal de la palabra. En fin, frases célebres como “El enemigo es el capitalismo y no el arte abstracto” , entre otras, han cobrado sentido hoy por la tarde. Después me he ido a tomar un Cacaolat… Aleix Gordo Hostau
2 comentarios:
unos trabajos geniales, que envidia maás grande te tengo aiggggg. matar...mata...errr esto...lo dicho un trabajo genial me encnata ese dios morado que tienes a la derecha. Muy buen vector :) Saúdos y apertas
Merci tio!!!!
Saludos a Galizia,
Aleix
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